Se ha terminado la quinta serie de vuelos con dron realizados en los olivares de Jaén, Córdoba, Granada, Almería y Málaga por parte del Grupo Operativo de Drones y Agricultura de Precisión coordinado por Asaja-Jaén. Sólo falta una prueba más antes de la finalización del proyecto.
El objetivo de estos vuelos con drones es el de comprobar el estado madurativo del árbol, así como el estado de las fincas y de los olivos en distintos periodos de cosecha. Se realiza posteriormente una comparación de los resultados obtenidos por los drones y los análisis en laboratorio de las muestras tomadas en hojas, suelos, humedad, temperatura y aceituna. Los análisis en laboratorio se realizan en la Universidad de Jaén y en los laboratorios de Olivarum, del Ifapa y de la Fundación Caja Rural.
La encargada de coordinar las pruebas de vuelo es la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aerospacial. El modelo escogido para los drones es un Matrice 600 al que se le acoplan diversos sensores, entre ellos una cámara termográfica y otra multiespectral.
Para extraer información útil de las imágenes captadas por el dron ha sido necesaria la aplicación de ciertas técnicas del campo de la teledetección, según explican miembros del proyecto. El objetivo es traducir la información digital que proporciona el sensor de la cámara a una magnitud física medible en otros procesos relacionados con la radiación solar y así poder comparar estas mediciones con las realizadas mediante otros instrumentos. Además, al normalizarse la información recogida por el sensor, se puede realizar una comparativa directa entre diferentes imágenes, sea cual sea la hora, el día o las condiciones climatológicas con las que se tomaron.
En este mes de noviembre se realizará la última prueba de vuelo. Asaja-Jaén organizará diversas jornadas de divulgación en cada una de las provincias participantes durante el primer trimestre del año 2020, con el objetivo de difundir los resultados del proyecto.